Aumentan las empresas que apuestan por los servicios de catering para los empleados

En los últimos años, la forma en que las empresas abordan la alimentación de sus empleados durante la jornada laboral ha experimentado un cambio significativo. Cada vez más compañías optan por recurrir a servicios de catering para garantizar que sus trabajadores dispongan de comidas equilibradas, nutritivas y adaptadas a sus necesidades, entendiendo que la alimentación no solo repercute en la salud, sino también en la productividad, la motivación y el bienestar general del equipo. Esta tendencia refleja un enfoque más integral de la gestión empresarial, en el que el cuidado de los empleados va más allá de las políticas tradicionales de salario y horario, incorporando medidas que impactan directamente en la calidad de vida dentro del entorno laboral.

Uno de los factores que ha impulsado el auge del catering empresarial es la creciente conciencia sobre la importancia de una dieta equilibrada. Numerosos estudios han demostrado que una alimentación adecuada influye de manera directa en la energía, la concentración y la capacidad de trabajo de los empleados. Las empresas han comenzado a comprender que proporcionar opciones de comida saludables no es un gasto, sino una inversión que se traduce en menos ausencias, mayor eficiencia y un mejor clima laboral. Los servicios de catering permiten ofrecer menús variados, adaptados a diferentes necesidades nutricionales, intolerancias y preferencias, lo que contribuye a que cada trabajador pueda mantener hábitos saludables sin tener que interrumpir su jornada para buscar alternativas externas.

Además, la comodidad y la optimización del tiempo son aspectos fundamentales en la decisión de incorporar catering. Antes, los empleados solían depender de restaurantes cercanos, bocadillos traídos de casa o máquinas expendedoras, lo que en muchos casos implicaba pérdida de tiempo y opciones poco saludables. Con el catering, las comidas se entregan directamente en la empresa, ya sea mediante un servicio diario, semanal o puntual, lo que permite a los trabajadores disponer de más tiempo para descansar, socializar o continuar con sus tareas, reduciendo el estrés y aumentando la eficiencia. Esta comodidad también favorece la puntualidad y la organización dentro de la jornada laboral, al eliminar desplazamientos innecesarios y facilitar la planificación de los descansos para comer.

Otro aspecto relevante es la dimensión social y cultural que adquiere la comida en el entorno laboral. Las comidas proporcionadas por un catering no solo satisfacen necesidades físicas, sino que también fomentan la interacción entre compañeros, creando espacios de encuentro y colaboración. Compartir un menú saludable y de calidad puede fortalecer la cohesión del equipo, mejorar la comunicación y favorecer un ambiente de trabajo más cercano y motivador. Algunas empresas incluso utilizan el catering como una herramienta para celebrar logros, eventos internos o reuniones de equipo, integrando la alimentación dentro de la cultura corporativa de manera estratégica y positiva.

Por último, la variedad y adaptabilidad que ofrecen los servicios de catering también se han convertido en un factor decisivo. Estos servicios permiten a las empresas ofrecer menús temáticos, tal y como nos cuentan los cocineros de La Frolita, quienes nos dicen que realizan habitualmente menús equilibrados desde el punto de vista nutricional y adaptados a dietas especiales como vegetarianas, veganas o sin gluten, garantizando que todos los empleados tengan acceso a una comida de calidad. Esto no solo responde a demandas individuales, sino que también refleja un compromiso con la inclusión, la diversidad y la atención personalizada dentro de la organización, valores cada vez más valorados por los trabajadores modernos.

¿Cuáles son los menús más habituales para empresas y qué precio tienen?

En España, las empresas cada vez más optan por ofrecer menús de catering a sus empleados durante la jornada laboral, reconociendo los beneficios que esto aporta tanto al bienestar del personal como a la productividad general. Los menús más habituales en este contexto varían según el tipo de empresa, el número de empleados y las preferencias individuales, pero suelen incluir opciones equilibradas y adaptadas a diversas necesidades dietéticas.

Los menús de catering para empresas suelen incluir una variedad de opciones para adaptarse a diferentes gustos y necesidades dietéticas. Por ejemplo, es común encontrar menús que ofrecen una selección de platos principales como carnes, pescados y opciones vegetarianas o veganas, acompañados de guarniciones y postres. Además, muchas empresas incorporan opciones sin gluten o sin lactosa para atender a empleados con intolerancias alimentarias. La variedad y la calidad de los menús son aspectos clave para garantizar la satisfacción de los empleados y fomentar una alimentación saludable durante la jornada laboral.

En cuanto al precio, este puede variar dependiendo de varios factores, como la ubicación de la empresa, el tipo de menú elegido y el número de empleados a los que se debe servir. En general, el coste de un servicio de catering para empresas oscila entre 15 y 30 euros por persona, aunque este rango puede variar según las características específicas de cada servicio. Es importante tener en cuenta que, además del coste por persona, pueden existir gastos adicionales asociados al servicio, como el transporte, el montaje y el personal necesario para la atención durante la comida.

La elección de ofrecer menús de catering en la jornada laboral responde a diversos factores. En primer lugar, permite a las empresas garantizar que sus empleados tengan acceso a una comida equilibrada y nutritiva, lo que puede contribuir a mejorar su energía y concentración durante la tarde. Además, al proporcionar la comida en el lugar de trabajo, se facilita la logística y se ahorra tiempo, ya que los empleados no necesitan desplazarse para buscar opciones de comida. Esto puede resultar especialmente beneficioso en entornos urbanos donde las opciones de restauración cercanas pueden ser limitadas o costosas.

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